En el marco de la conmemoración del 8 de marzo y el mes de la mujer, se realizó un almuerzo con alumnas de la Licenciatura en Ingeniería en Ciencia de la Computación (LICC) de la UC, con el objetivo de conversar y compartir las experiencias que viven las estudiantes al cursar una carrera STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemática). La dinámica consistió en que las alumnas escribieran preguntas sobre sus vivencias en la carrera y luego las intercambiaran al azar para responderlas. En las carreras STEM existe una significativa brecha de género, lo cual es fundamental visibilizar y trabajar para reducir, ya que estas disciplinas han sido tradicionalmente masculinizadas. Por ejemplo, según el Mineduc, en un artículo publicado en 2024, solo un 19,7% de quienes se matriculan en el primer año en estas carreras son mujeres, mientras que los hombres alcanzan un 80,3%. Magdalena Schwarz, estudiante de tercer año de la LICC, destacó la relevancia de contar con referentes femeninas en el ámbito de la computación. “Durante la carrera hemos tenido varias profesoras mujeres, creo que en todos los semestres hemos tenido al menos una. Por ejemplo, al principio tuvimos a Valeria Herskovic, que hoy es la Directora del Departamento de Ciencia de la Computación UC. Luego, en Programación Avanzada, tuvimos a Francisca Cattán, quien es una excelente profesora, y también a Josefa España en Ingeniería de Software. Algunas de nuestras profesoras compartieron sus experiencias sobre lo difícil que fue para ellas estar en entornos con pocas mujeres, lo que hace que ver a estas profesoras sea tan inspirador para nosotras”, comentó Magdalena. Sobre la comunidad de mujeres dentro de la carrera, Osiris Díaz, también estudiante de tercer año, enfatizó la importancia de la solidaridad y la unión entre las compañeras. “Es una comunidad muy unida, desde el primer momento se notó que nos buscábamos entre nosotras. Nos hemos autoorganizado para realizar actividades como ir al cine, visitar museos o incluso organizar almuerzos y encuentros. Esto fortalece mucho la comunidad”, relató Osiris. Por su parte, Monserrat Benavides compartió cómo fue su experiencia al comenzar la carrera, donde la mayoría de sus compañeros eran hombres. “Al principio puede ser un poco impactante, porque no es lo mismo que en el colegio, donde suelen ser clases más equilibradas. Pero con el tiempo, y gracias a los profesores y profesoras, te das cuenta de que todos somos iguales. Nunca te van a tratar de manera diferente, y existen espacios dedicados exclusivamente para mujeres. Por ejemplo, hay almuerzos donde puedes conocer a otras estudiantes y compartir tus experiencias sin temor a ser discriminada. De hecho, se fomenta tu participación y desarrollo”, explicó Monserrat. Finalmente, Melanie Carmona, también estudiante de la LICC, destacó la importancia de las oportunidades que existen para las niñas antes de llegar a la universidad. “Hay muchas iniciativas, tanto online como presenciales, como proyectos como Niñas PRO o Technovation Girls, que están pensados específicamente para fomentar el interés de las niñas en áreas STEM. Además, existen muchas iniciativas en internet, creadas por mujeres, para desarrollar habilidades de liderazgo, tecnología y comunicación”, señaló Melanie. Este tipo de espacios de reflexión y encuentro no solo visibilizan la importancia de reducir la brecha de género en carreras STEM, sino también el poder de las redes de apoyo y la comunidad que las mujeres construyen en su camino académico y profesional. Revisa el video con la experiencia aquí.